Niños con altas capacidades, diagnosticados como TEA

 

La falta de formación en diagnóstico diferencial de muchos profesionales, que no están suficientemente formados en altas capacidades ni en alta sensibilidad,  interpretan ciertas conductas como TEA cuando en realidad tienen otro origen.

Hace poco me encontré con un informe externo de una clínica donde se diagnosticaba a un alumno de 2º de Educación Primaria de Autismo de alto funcionamiento. Cuando comencé a leer ese informe y conocí al alumno parecía que hablara de otro niño totalmente diferente… ¿Cómo es posible que se ponga una “etiqueta” tan importante a un niño sin realizar un verdadero diagnóstico diferencial? ¿sin tener en cuenta los contextos y otros datos relevantes?
Es fantástico la mayor concienciación que existe en la actualidad sobre el TEA, permitiendo que muchos casos que antes pasaban desapercibidos (especialmente en niñas), ahora se detecten cada vez de forma más temprana. Sin embargo, esto está llevando a que algunas conductas “atípicas” sean interpretadas dentro del espectro. Así, observamos una tendencia al sobrediagnóstico de TEA, lo que puede llevar a clasificaciones erróneas de niños que en realidad presentan otras características como altas capacidades intelectuales (AACCII), alta sensibilidad (PAS), ansiedad social o incluso dificultades de aprendizaje.
En el caso de la alta sensibilidad y de las altas capacidades intelectuales, es cierto que ambas condiciones pueden compartir puntos en común con el TEA, por lo que se hace imprescindible poder realizar un diagnóstico diferencial para poder ofrecer a estos alumnos el apoyo adecuado.

¿Y por qué ocurre este sobrediagnóstico?

  • Falta de formación en diagnóstico diferencial: Muchos profesionales no están suficientemente formados en altas capacidades ni en alta sensibilidad, por lo que interpretan ciertas conductas como TEA cuando en realidad tienen otro origen.
  • Dependencia excesiva de pruebas estandarizadas (ADOS y ADI-R). Es cierto que estas pruebas están diseñadas para detectar TEA, pero pueden dar falsos positivos en niños con AACCII o PAS. Así, por ejemplo, si un niño con AACCII responde de manera inusual en la prueba (por ejemplo, con un lenguaje demasiado avanzado o con rigidez en sus intereses), puede obtener puntuaciones que sugieran TEA sin realmente tenerlo.
A continuación dejamos un cuadro resumen de las claves para este buen diagnóstico diferencial:
tabla tea para diagnostico
Así, mostramos a continuación los rasgos específicos del TEA que no suelen presentarse en niños con altas capacidades y/o alta sensibilidad:
  • Dificultades en la comunicación no verbal.
  • Intereses restringidos y conductas repetitivas o estereotipias.
  • Dificultad para entender la Teoría de la mente (pensamientos, creencias e intenciones de los demás).
  • Déficit en reciprocidad social.
  • Procesamiento atípico del lenguaje: uso literal del lenguaje con dificultades en interpretar bromas, ironías, dobles sentidos, etc. así como presencia de ecolalias.

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